miércoles, 12 de agosto de 2009

Todos somos como hermanos

La clase de inglés la imparte un profe que es de gringolandia (pa' no entrar en exactitudes geográficas). El hombre tiene como unos 70 años, y cumple con los patrones de todo gringo: traste pálido, digo, piel planca, ojos azules, un poco arrogante (just a little)... Pero como ya dije "ha de tener como unos 70 años", se quedó en la época hippie y siempre llega con su morralito (bien mugroso) que contiene lo necesario para dar clase: el libro que utilizamos, plumones y borrador. Lo verdaderamente esencial está en su cerebro (cabe decir que cuenta la leyenda que el hombre es lingüista y es casi como una eminencia en semántica y sintaxis inglesa) (debo decir, también, que mi clase de inglés es sólo un curso de lengua. No estoy estudiando sintaxis inglesa... aunque prácticamente aprendes algo de eso con este maistro).

La mayoría del tiempo él habla, nos cuenta sobre el desprecio que le tiene a su suegra y cuánto se asusta ella cuando llega a decirle "I miss you, ma" o alguna otra cosa sweet, you know. "It really scares her" -he says, "poor of your mother in law, she must surely wake up because of the buzz in her ears" - I say. La participaciones durante la clase son controladas por él, busca nuestro nombre en su listita y simplemente nos hace participar: Sergio Whatahell answer the next question, Abigail Whatahell repeat what Sergio's said, Erika Whatahell say an adjective... Y a veces hay algunas variaciones: Carla Howthehell you can make and noun from an adjective? No importa si comienza con Whata- o con Howthe-, en la clase de inglés del maestro Dan all of we are almost equals.

lunes, 22 de junio de 2009

Solicitud de empleo...

Hace poco menos de 3 años que ya no trabajo, bueno, que ya no tengo un trabajo formal. Desde entonces gano dinero vendiendo bufandas, tomando fotos, haciendo invitaciones para cumpleaños y quince años... Sí, las manualidades no se me dan tan mal, creo. En fin.

El caso es que el jueves pasado fui a dejar mi solicitud de empleo. Pero antes, estaba con Nidia llenándola, le decía: Chale, mija, creo que esta vez tendré que mentir en mi solicitud de empleo. Si saben que estudio no me van a contratar. Seguimos contestando mi solicitud (amarilla, de papeleria) y en la siguiente pregunta decía: ¿Cuál es su principal meta en la vida?, e iba a responder: tomar todos los días, pero me dijo Nidia: eso no, mija, se trata de mentir. Entonces escribí: Llegar sobria al trabajo todos los días.

Luego de ir contestando la bobas preguntas nos acordábamos de los viejos tiempos, en los que salíamos de nuestras casa desde temprano (las 12.00 p.m. es considerado como temprano) con 5 solicitudes en un fólder y con un periódico; nos sentábamos en un parque, nos comprábamos una coca y trazábamos nuestra ruta… Sí, claro, trazábamos nuestra ruta… Luego de no dar con las dos primeras direcciones cercanas a la locación en la que nos encontrábamos, nuestras entrañas crujían e íbamos a comer: tacos, hamburguesas, churros con chorro de salsa… Y en una de esas terminamos en una esquina con una vieja fea leyéndonos la mano. Le habíamos dicho que no traíamos dinero, pero ella insistió y cuando le dimos apenas 20 pesos entre las dos se fue bien encanijada y nos dijo muchas groserías en su dialecto húngaro, jajajajajajaja.

Entonces, el jueves pasado no fue muy diferente… Bueno, en realidad sí, un poco. Fui a dejar mi solicitud y de regreso, en lugar de bajarme en la calle donde debería para llegar a mi casa, me fui a casa de Nidia, y sí: terminé comiendo churros con harta salsa again, pero esta vez con una jarrota de michelada cada quien… ya luego llegó Valeria y fuimos a comprar más cerveza… para que nos alcanzara y nos durara pa’ ver toda la segunda temporada de Sex and the City.

Por cierto, seguí mintiendo en mi solicitud de empleo: me inventé la dirección de Valeria y un poquito la de la mija Lilián, como no me las sé… Ash, además ni que fueran bien “escenciales” pa’ que me contraten. También quería poner que mi altura era mayor de la que tengo, pero ahí si me cacharían y seguro no me contratarían.

jueves, 21 de mayo de 2009

Sí, di; No, di.

Se supone que debería estar estresadísima y chillando por que no he acabado (y no llevo ni la tercera parte) el trabajo de investigación de semántica, es para mañana pero ¡írenme!, ando de lo más normal. Hasta me tomo mi tiempo para escribrir en esta cosa, pensé que la dejaría muy pronto... Bueno, no tan pronto. En fín.

Estaba (hace unos minutos... segundos) platicando con la mija Fanny, y al escribir "ira" en lugar de "mira" (sí, me gusta hablar y escribi mal, ¡y qué!) una neurona activó un recuerdo:

... Antes de entrar a la uni estaba estudiando inglés en una escuela chafísima con unos maestros chafísimas, pero hasta eso chistosísimos. Aconteció que en una de las conversaciones post clase (siempre nos reuníamos todos los mensos que no sabíamos inglés a fuera de la escuelucha a echar el chisme, como chamacos de secundaria. Sí, ¡y qué!) llega un maestririjillo a comentarle a mi maestririjilla (los dos eran mexicanos pero habían crecido en los iunáitet estéits; ella había vivido en Chicago y él en Texas) que había ido a un tianguis a comprar discos y que mientras entras observaba todo el material que estaba expuesto en la "mesita" escuchó a unos vatos conversar:

Vato 1: ¿No has escuhado ésta, di? - mostrándole un disco.
Vato 2: Nel.
Vato 1: ¿No, di? Está bien chida.
Vato 2: ¿Sí, di?
Vato 1: Simón, se parecen a los esos gays que le gustan a tu hermana

Entonces el chaval-maestro nos preguntó que qué significaba "no, di" y "sí, di"... ya medio brutamente mis compañeritos y yo le explicamos que era como decir "no me digas que no has escuchado esta banda", y las otras era como un "¿apoco?, no me digas" (todo se lo explicamos en español); pero como no entendía nos pidió una traducción y que le decimos: yes, say; not, say.

domingo, 17 de mayo de 2009

Mi localidad

Jaja, ese título me recordó los libros de mi primaria, de esos de la SEP que tiene temas como: "Mi Estado", "El Ecosistema", "El ciclo del agua", "Los pistaches no deben fallar". Me acuerdo que mi maestra de primero de primaria me daba miedo, estaba refea la doña (ayer mi bro me contó un chiste malo: "Era unda doña tan fea, pero tan fea, que cuando el diablo se iba a dormir dejaba la luz prendida". Dah!) , pero era requetebuena gente (tenía como unos 50 años, era morenaza y con cabellos casi color nieve. Se pintaba la boca de rojo carmesí. A veces cuando sonreía -qué cosa más fea de sonrisa- se le percibía un poco de labial en los dientes). Todos los chamacos se amarraban de brazos y piernas a las piernas de sus jefas pa' que no los dejaran ahí; chillaban a cántaros, moqueaban a cántaros, sus sopranos sollozos armonizaban el ambiente. Pero bueno, no iba a hablar sobre mi primer día de escuela. Y no, yo no chillé el primer día. En fín.

A lo que iba en este post es que, justo acabo de asomarme a la calle (sí, como doña metichota) a ver el "desfile" de mocositas para "reina de la capilla" (acontece que la colonia donde vivo parece más bien un pueblo: a unas tres cuadras está la capilla -ni a iglesia llega-, sólo han pavimentado una calle, el resto es empedrado, por las noches pasa un Don que vende camotes, a veces pasa una camioneta vendiendo leche bronca, y mis vecinos escuchan duranguense, arjona, alejandra guzmán, entre otras mierdas). Todavía ni abría la puerta cuando ya se oía la orquesta de claxons. La abrí y ya se divisaban los coches con globos de colores y el bulto sobre el techo del coche. Conforme se iban acercando se veía la jeta de felicidad de la primera chamaca, Viridiana creo que se llamaba. Vestido blanco y con una flor en la cabezota, atorada con su diadema... La tercera fue Karina, tengo pésima memoria pero no me olvidé por que sus mocositoamigos/hermanos/primos iban echándole porras a todö lo que daba su garganta; además, una de las chamacas que echaba porras hasta me señalaba con harta enjundía mientras gritaba "vota por Karina, vota por Karina", hasta se le desorbitaban los ojos. Su vestido rosa pastel, el coche también decorado con globos.
Luego pasó la cuarta, la quinta... ya la antepenúltima se acercaba muy lento: el coche se descompuso y los tíos, vecinos, amigos, compadres, etc., iban empujando el coche. El problema es que está un poco inclinada la calle que va a la capilla. Ya no me quedé a ver si llegó o no.


Tengo que decir que en esta tradición el fleco convexo y tieso es voluntariamente obligatorio.

La inauguración de mi nuevo blog...

Bien, ¡queda oficialmente inaugurada esta fregadera!


Ya pueden destapar las caguamas, digo la champagne.